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domingo, 12 de diciembre de 2010

Túnel "Cobos-Furbero" un viaje a través del tiempo

Por Francisco De Luna

Poza Rica, Ver.- Detrás de una exuberante vegetación en la comunidad “La Unión” Kilómetro 33, municipio Cazones de Herrera, permanece oculto “El Túnel” por donde atravesara el ferrocarril “Cobos-Furbero” que operó como la única vía de comunicación de la compañía “Oil Fields of México” durante el auge petrolero en el norte veracruzano.
El sitio forma parte de un legado histórico para Poza Rica, hoy se ha convertido en un lugar misterioso donde el olvido ha dejado huella. El servicio del Ferrocarril Cobos-Furbero fue inaugurado el 16 de septiembre de 1908.
La empresa petrolera mantenía operaciones en Cobos, localidad próxima al puerto de Túxpan, debido a que en esa época no había carreteras ni puentes, solo algunos caminos de herradura, constituyéndose de esta manera en la primera vía de transporte en la región.
El Túnel está envuelto entre bejucos y raíces de árboles longevos en esa zona “selvática”. “Aquí también se le conoce como el `barranco´ y hay muchas leyendas que se cuentan”, explica don Santiago Ramos Olmedo, campesino oriundo de la ranchería La Piedad, Cazones quien en ese
momento daba cuidado al sembradío de pipían pues la plaga los está destruyendo.
Don Santiago, viste una camisa blanca con el logotipo “Pemex”, una gorra que lo cubre del sol y entre su pecho cuelga un rosario azul, al cual se encomienda cada mañana antes de salir a trabajar el campo. Dice conocer poco de la historia, pero fue preciso al contar que la “Maquinita” atravesó selvas hasta llegar a brotes chapopoteros y a plantas de perforación.
El acceso ha sobrevivido al paso de los años, la humedad y un riachuelo atraviesan “la cueva” por donde algún tiempo recorriera 82 kilómetros el ferrocarril Decauville de vía angosta.
Era la única ruta que se tenía para hacer llegar asistencias médicas y víveres para trabajadores de la industria del petróleo. En los tramos que recorría permitió la integración de pequeños asentamientos poblacionales y más tarde surgiría la actual ciudad de Poza Rica de Hidalgo, Veracruz.
En silencio
Hablar del túnel es tener contacto con una parte de la historia de Poza Rica, se habla a través del tiempo con el sitio inmerso en el “barranco” colindante con el río Cazones, donde el agua aún es cristalina y verdosa.
Llegar hasta el sitio es “serpentear” entre carreteras empedradas. En el tramo vial Poza Rica-Cazones, se desvía hacia “La Unión” en el kilómetro 31, se pasa por el lugar conocido como “La Trituradora”, se avanzan 15 minutos hacia otro acceso sobre lado izquierdo hasta el fondo, se llega a un sembradío de limas y toronjas. Y comienza la aventura.

Adentrarse a esas áreas es caminar entre parajes solitarios. Algunas casas asoman entre la vegetación. De pronto el silencio es sepulcral y el único sonido que se percibe es la gravilla al hacer contacto con las pisadas.
El túnel tiene aproximadamente 40 metros de profundidad y una altura promedio de cinco metros. Pero ya no quedan restos de las vías del ferrocarril, sólo el lodo el cual está tapizado con huellas de animales y alguno que otro explorador de la localidad.
La señora Santa Hernández, cuenta que su esposo Miguel Escalona Cabrera es el propietario del terreno. Ella chapeaba en compañía de su hijo frente al paso de lo que antiguamente fuera la vía.
Lamentan que los rieles del ferrocarril hayan desaparecido y relatan que el lugar fue saqueado por comercializadores de “fierros viejos” quienes ignoraron la importancia del valor histórico.
“Todo lo sacaron para vender y no queda nada. Hay algunos pedazos pero ya ni tienen forma de rieles porque fueron forzados para retirarlos”, agregó el señor Santiago Ramos.
El trayecto que recorría la “Maquinita Cobos-Furbero” a 102 años de su inauguración, está cubierto de hojarascas, enredaderas y árboles caídos. En vez de rieles ahora corre el agua, en algunas zonas estancada, la brecha ha desaparecido en varios tramos.
Permanecen algunas evidencias, como tubos de Petróleos Mexicanos (Pemex), de los cuales todavía escurre hidrocarburo, la corrosión y su arrumbamiento entre rocas indican las décadas de olvido.
El Ojo Tuerto
Los lugareños han creado leyendas en torno a este lugar. Son creencias que han sembrado el temor entre sus pobladores quienes cuentan que ahí era el escondite del “Zorro del Ojo Tuerto” un ladrón que siempre estaba a la espera de los vagones para asaltarlos.

A raíz de ello, en el terreno varios pobladores han encontrado monedas antiguas, pero según cuentan que existen “saquitos” de dinero enterrados en el área y que varios van en busca del “tesoro”.
Otra de las leyendas es que ahí habitan los duendes quienes pierden al visitante o les provocan dolores de cabeza “y para que nada de eso suceda hay que ponerse la camisa al revés”. Cualquier explicación, El Túnel ahora es un lugar misterioso para los caminantes, quienes quizá no crean en fantasmas, pero no negarán que estar ahí se sienten hechizados por los espíritus de las personas que alguna vez usaron la vía Cobos-Furbero.

La tarde color grisácea cayó temprano en la lejanía de la comunidad “La Unión”. Ahí las aves emprenden el vuelo en cada paso de los exploradores al retirarse, pero también otros animales advierten la presencia humana entre el monte.

1 comentario:

Unknown dijo...

HolA, estoy planeando hacer un video sobre el recorrido de la maquinita, quiero recorrerlo en bicicleta, ¿tendrás la ubicación del túnel? quisiera visitarlo para tomar video, gracias