Por Francisco De LunaPoza Rica, Ver.- Mañana 28 de septiembre se cumple un año de las inundaciones que dejó a su paso el Huracán Lorenzo, y afectó a las colonias: Morelos, Quebradora, Palma Sola, Lázaro Cárdenas, Granjas, Florida, Los Laureles, Gaviotas, Villa de las Flores, Floresta, lugares en donde el agua alcanzó hasta dos metros con 50 centímetros, de acuerdo a los reportes que dio a conocer Protección Civil municipal durante el acontecimiento.
Pero las lluvias que azotaron el pasado jueves a la región revivieron los recuerdos del año pasado, pues se mantiene la alerta, ya que los afluentes rebasaron sus límites ocasionando severas inundaciones que dejó incomunicados varios municipios como San Rafael, Nautla, Martínez de la Torre, Teziutlán Puebla, Tetela de Ocampo, y parte de la sierra norte de Puebla, incluso en Poza Rica el nivel del río Cazones amenazó repetir la historia de hace un año.
La ciudad se convirtió en noticia la madrugada del 28 de septiembre, el agua atemorizó a las familias, les hizo recordar escenas de la inundación del 1999, el caudal del río Cazones se había desbordado y amenazaba con seguir incrementando su nivel, sin embargo una noche antes se perifoneó en las colonias más expuestas al peligro del agua, y a pesar de haber recibido la advertencia por las autoridades municipales de que el río se desbordaría ignoraron los llamados de alerta.
A las seis de la mañana el agua empezó a entrar a las viviendas asentadas en las partes más bajas, y fue cuando empezaron a abandonar las casas sin que pudieran lograr sacar todas sus pertenencias que después fueron arrastradas por las corrientes, mientras que otras quedaron inservibles, llenas de lodo.
La desgracia les llegó de golpe, tuvieron un amargo despertar, era común ver que la gente salía con lo poco que podía rescatar, algunas personas con los ojos a punto del llanto escapaban al tiempo que temían perder su patrimonio.
No sólo las colonias pegadas al río sufrieron los estragos, ya que el agua llegó hasta el boulevard Adolfo Ruiz Cortinez, a la altura de la Plaza Garibaldi, ya que por esos lugares cruzan algunos afluentes que sólo son espacios donde fluyen los drenajes pero con las fuertes lluvias crecieron y no pudieron desembocar en el río Cazones, se desbordaron, afectaron viviendas e interrumpieron la validad.
En el puente de Oro, de la avenida Lázaro Cárdenas, cerca de la delegación de la Cruz Roja, el arroyo Salsipuedes rebasó su capacidad que junto con el agua del río provocaron severas afectaciones a los hogares, pero también irrumpieron el tránsito vehicular, además de dejar atrapados a varias familias que tuvieron que ser sacadas con mecates amarrados apoyados por el ejército mexicano.
Las colonias al medio ya se habían convertido en enormes lagunas y las familias explicaron que sus viviendas fueron sacudidas por el agua. Pero las injurias de los colonos en el fraccionamiento Gaviotas se dejaban escuchar en contra de quienes les vendieron las casas, además de señalar al gobierno de haber permitido la construcción del fraccionamiento en una zona de inundación.
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