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jueves, 21 de agosto de 2008

Dean, el Recuento




Por Francisco De Luna

Poza Rica, Ver.- Hoy 22 de agosto se cumple un año de que el huracán Dean azotó a las costas veracruzanas, impactó a Tecolutla, Nautla, Gutiérrez Zamora, Papantla, la sierra totonaca, Martínez de la Torre, Poza Rica, Tuxpan, Álamo Temapache, Tihuatlán y Castillo de Teayo.

Los reportes de Protección Civil de gobierno del estado informaron que fueron 53 municipios de la zona norte de la entidad los afectados, dejando a su paso más de 30 mil damnificados, miles de casas dañadas, pérdidas millonarias al comercio, en la agricultura se reportaron 70 mil hectáreas en pérdidas de maíz y 40 por ciento en cultivo de cítricos, aunado a la suspensión total del servicio de energía eléctrica.

Las ráfagas del viento del huracán Dean se intensificaban conforme avanzaban las horas del día 22, así también el temor y la desesperación de cientos de familias que trataban de amarrar y guardar pertenencias, corrían entre gritos y asustados por el embate del fenómeno meteorológico que empezó a tener mayor potencia después de las 09:00 de la mañana. A esa hora los medios televisivos y radiofónicos mantenían en alerta a la población dando a conocer que el meteoro se localizaba a 185 kilómetros de Veracruz y 280 del Puerto de Tuxpan y se mantenía la probabilidad que a las 12:00 ó 13:00 horas Dean tocaría tierra.

Vientos que alcanzaron velocidad de 200 kilómetros por hora, la lluvia ocasionó anegamientos en diversos puntos de la ciudad de acuerdo a los reportes de Protección Civil. La lluvia con vientos ligeros entró a la ciudad a las 03:00 de la mañana y a partir de 11:00 a 14:00 horas se convirtieron en los momentos más críticos; el meteoro dejó cuantiosos daños en viviendas, tanto humildes como edificios públicos y privados.

Los vientos sacudieron árboles, postes, láminas de zinc, portones y todo lo que estuviera al paso del huracán. Se cortó la comunicación telefónica, los celulares perdieron señal. Lo que se había anunciado desde el 12 de agosto acerca del impacto meteorológico, el día 22 se convertía en una realidad espantosa; las familias veían cómo poco a poco sus pertenencias se las llevaba el viento, las láminas volaban como papel, se rompían cristales, anuncios espectaculares caían, la propaganda electoral fue destruida.

Las casas de madera fueron derribadas, ante su fragilidad resultaron las más dañadas. Fueron horas críticas, se suspendió el transporte público, las calles y avenidas la ciudad permanecieron desiertas durante más de cinco horas. El ejército aplicó el plan DN-III en respuesta al Consejo de Protección Civil que desde 24 horas antes se mantenía en sesión permanente.

Los vientos huracanados arrancaron árboles, se derrumbaron bardas y miles de láminas de zinc y cartón fueron arrancados por la fuerza del embate que dejó sin techo a muchas familias de las cuales mil 526 fueron llevadas a los albergues oficiales. En el Gimnasio Municipal, Miguel Hidalgo se albergó a mil 362 personas y en el Suterm 164, mientras que en el Club de Leones que era el tercer albergue oficial fue destechado por los golpeteos del viento.

En Papantla, Tecolutla y Gutiérrez Zamora, aún cuando autoridades municipales instalaron con tiempo albergues, una noche antes del huracán se encontraba totalmente lleno y rebasaba su capacidad por lo que no había comida para alimentarlos. En Papantla se albergó a cinco mil personas incluyendo gente de Gutiérrez Zamora y Tecolutla.

En Poza Rica, lugares públicos como Parque Juárez, Plaza Cívica, Monumento a la Madre, boulevard Adolfo Ruiz Cortinez entre otros sitios presentaban un cuadro patético y desolador. A su paso por Tuxpan, Dean destrozó la zona turística, pues el andador turístico fue sepultado por la arena y el mar. A pesar de las ráfagas no se tenían reportes de desgracias personales en el estado, aunque si dos muertos en Hidalgo.

Tecolutla, Gutiérrez Zamora y Poza Rica fueron los municipios más afectados, informó el gobernador del estado, Fidel Herrera Beltrán después de realizar su recorrido por las zonas afectadas. Fue en el Gimnasio Municipal donde anunció que sería necesario destinar 200 millones de pesos para damnificados.

Arnulfo Márquez, subsecretario de Protección Civil del estado, informó que fueron 53 municipios afectados y que la mayoría fue en la zona norte de la entidad, anunciando que de esos, 15 se encontraban sin servicio de energía eléctrica, pero también anunció la llegada del presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa.

La zona norte entonces quedó paralizada, la magnitud del desastre fue impresionante, se perdió la comunicación, los albergues se quedaron sin víveres ni colchonetas por lo que SEDESOL destinó 40 millones de pesos para abastecer los albergues.

Después del impacto meteorológico, el panorama era desolador, se podía observar a gente que se organizaba para derramar árboles caídos. En cada calle, en cada casa se notaba la tristeza, las familias de escasos recursos fueron las más afectadas. Las calles estaban inundadas por el asolvamiento. Se desconocían las pérdidas, pero intuían que eran cuantiosas.

Aprovechando la situación y confusión por Dean, amantes de lo ajeno saquearon escuelas y casas.
A las 19:00 horas, el susto pasó. El huracán Dean se convirtió en Historia. Quedaron los recuerdos de árboles que fueron arrancados de raíz, casas de madera destruidas, damnificados, láminas que surcaron el cielo como papel. Todo sucedió hace un año y desde ese tiempo a la fecha aún se observan en el boulevard Adolfo Ruiz Cortinez y Plaza Cívica por mencionar algunos, las huellas del huracán, de postes caídos, mientras que algunas familias aún siguen con la esperanza de que les llegue los apoyos del gobierno, por que Dean arrastró a su paso las pocas pertenencias de familias.

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