Por Francisco De Luna
Poza Rica, Ver.- El incremento al precio de la masa y la tortilla, no sólo es un golpe a lo bolsillos de las familias, también es para los industriales que en ocasiones no alcanzan a solventar los precios elevados de los insumos que se usan para elaborar el producto, al grado que se han cerrado 20 tortillerías en la ciudad, al notar que ya no les era redituable ese giro.
Todo ello, de acuerdo a la declaración del presidente de molineros en la ciudad, Victorino Cortes Villanueva, quien reconoció que hasta hoy no habrá tal aumento, pero si existe la probabilidad de que se eleve el precio la próxima semana hasta 12 pesos y no 14 como se ha difundido a nivel estatal.
El entrevistado dijo que los molineros no son los culpables de que cada mes el producto incremente, recalcando que se debe a la gasolina que eleva en precio “y entonces todo se viene en cascada”, mientras que la respuesta del gobierno federal ante los incrementos es lastimosa.
Esta vez, el precio por kilogramo de la tortilla pasará de 10 a 12 pesos, “dos pesos de un sólo jalón”, la masa de siete a nueve, esto por que también el costo del maíz se ha incrementado y quienes al final son las amas de casa quienes tienen que cargar con la escalada de precios.
El presidente de los molineros, considera que la noticia que se dio a conocer ayer no es especulación, ya que a más de la mitad del año siempre se dan estos tipos de aumentos, por lo que se tiene planeada una reunión con los industriales de la masa y las tortillas el próximo lunes para fijar el precio neto del producto “debemos de ser nosotros los que determinemos, no el gobierno que siempre nos quiere controlar las tarifas”.
Pareciera que lo peor ya pasó, sin embargo para el presidente de molineros, aún faltan cuatro meses para resistir la escalada de precios. Pero augura que el próximo año el kilogramo de tortilla llegue a costar entre 14 y 15 pesos.
Consideró que los responsables de los aumentos son los acaparadores y exportadores del maíz, ya que son ellos quienes finalmente controlan los inventarios, mientras que los programas federales destinados para el campo son un fracaso por que el grano resulta de mala calidad por los sembradíos con variedades transgénicas.
“El precio de la tortilla no se detiene, saben que es un producto básico y esto es negocio para los intermediarios, ya no para los industriales” finalizó mientras despachaba medio kilo de tortillas a una ama de casa que contaba unas cuantas monedas.
Poza Rica, Ver.- El incremento al precio de la masa y la tortilla, no sólo es un golpe a lo bolsillos de las familias, también es para los industriales que en ocasiones no alcanzan a solventar los precios elevados de los insumos que se usan para elaborar el producto, al grado que se han cerrado 20 tortillerías en la ciudad, al notar que ya no les era redituable ese giro.
Todo ello, de acuerdo a la declaración del presidente de molineros en la ciudad, Victorino Cortes Villanueva, quien reconoció que hasta hoy no habrá tal aumento, pero si existe la probabilidad de que se eleve el precio la próxima semana hasta 12 pesos y no 14 como se ha difundido a nivel estatal.
El entrevistado dijo que los molineros no son los culpables de que cada mes el producto incremente, recalcando que se debe a la gasolina que eleva en precio “y entonces todo se viene en cascada”, mientras que la respuesta del gobierno federal ante los incrementos es lastimosa.
Esta vez, el precio por kilogramo de la tortilla pasará de 10 a 12 pesos, “dos pesos de un sólo jalón”, la masa de siete a nueve, esto por que también el costo del maíz se ha incrementado y quienes al final son las amas de casa quienes tienen que cargar con la escalada de precios.
El presidente de los molineros, considera que la noticia que se dio a conocer ayer no es especulación, ya que a más de la mitad del año siempre se dan estos tipos de aumentos, por lo que se tiene planeada una reunión con los industriales de la masa y las tortillas el próximo lunes para fijar el precio neto del producto “debemos de ser nosotros los que determinemos, no el gobierno que siempre nos quiere controlar las tarifas”.
Pareciera que lo peor ya pasó, sin embargo para el presidente de molineros, aún faltan cuatro meses para resistir la escalada de precios. Pero augura que el próximo año el kilogramo de tortilla llegue a costar entre 14 y 15 pesos.
Consideró que los responsables de los aumentos son los acaparadores y exportadores del maíz, ya que son ellos quienes finalmente controlan los inventarios, mientras que los programas federales destinados para el campo son un fracaso por que el grano resulta de mala calidad por los sembradíos con variedades transgénicas.
“El precio de la tortilla no se detiene, saben que es un producto básico y esto es negocio para los intermediarios, ya no para los industriales” finalizó mientras despachaba medio kilo de tortillas a una ama de casa que contaba unas cuantas monedas.
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