Por Francisco De Luna
Poza Rica, Ver.- La pobreza extrema en la sierra del Totonacapan, tiene cara de indígenas, de rostros morenos, de pies descalzados, sombreros viejos, vestidos descoloridos y pantalones remendados. Pobreza extrema es sinónimo de comunidades indígenas y marginadas.
Seis municipios totonacos, están inmersos en la marginalidad, Mecatlán, Filomeno Mata, Coahuitlán, Chumatlán, Coxquihui y Zozocolco, lo que suma a un total de 58 mil 139 habitantes, en donde apenas el 10 por ciento de los pobladores ha mejorado sus condiciones de vida, mientras que el resto vive a expensas de lo que puedan lograr para comer, otros han abandonado su lugar de origen, por las condiciones tan precarias por las que padecen, de acuerdo a los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Luís Luna Vicente, Director la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), con sede en Morgadal Papantla, informó que seis son los pueblos que viven en la marginalidad y que requieren de proyectos y planes estratégicos para erradicar la pobreza y que de esa manera cuenten con los servicios básicos, aunque lo urgente es la infraestructura de las viviendas.
La falta de agua potable, drenaje y alcantarillado, son tan sólo algunos de los servicios que carecen, sobre todo el pueblo de Filomeno Mata, establecido en lo más alto de la sierra totonaca que junto con Mecatlán están considerados como de los 15 más pobres del país, lugares a los que ha acudido el presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa en donde se ha asomado a la pobreza tan sólo por algunos minutos.
El Índice de Desarrollo Humano, estudio que dio a conocer la Organización de las Naciones Unidas (ONU), explica que son 100 municipios dentro de los cuales son 5 mil 500 comunidades catalogadas en pobreza extrema.
En el Totonacapan son seis pueblos que carecen de viviendas dignas, tan sólo llegar a la sierra, la escena muestra casas de madera, palma, cartón, en algunas con techos cubiertos de nylon, pisos de tierra de la misma ladera, y aunque algunas ya cuentan con el servicio de energía eléctrica, otras no.
Sólo las cabeceras municipales han logrado superar carencias, aunque el porcentaje sea mínimo, pues algunos hogares son de concreto pero muy reducidos, y algunos ya lucen deterioro.
La mañana es fría y hay viento, quizá la polvareda entre a los ojos pequeñitos de los niños que corren descalzos y con pantalones agujerados y al que mejor le fue tiene las prendas parchadas que señalan una vez más la precariedad.
Ahí la gente no piensa en el desayuno, sólo en el almuerzo, no hay merienda, sólo la cena, siempre y cuando haya con que adquirirla, contó don Panchito, mientras caminaba en las veredas que serpentean entre la espesura de la vegetación, que lo dirigían al pueblo de Filomeno Mata para vender el rollo de leña que llevaba a cuestas mostrando desinterés por la llegada de las figuras políticas. “Tengo que vender mi leña para tener dinerito, muchos de la ciudad saben que hay pobreza, pero no saben como la sufrimos” contaba mientras secaba el sudor que recorría el rostro moreno, fijando la mirada hacia su destino.
Por lo pronto el Director la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, Luís Luna Vicente, informó que para el rescate de estos municipios se requiere la participación conjunta de los alcaldes en la planeación para la inversión 2009.
En la región totonaca se tiene planeado presentar propuestas de proyectos productivos, culturales y de infraestructura básica, como redes de distribución de agua potable, drenaje, electrificación, caminos y puentes, que para don Panchito, sigue siendo algo esperanzador.
Los seis municipios mencionados tendrán prioridad para la inversión del ejercicio fiscal 2009, y aunque aún no se tiene idea a cuanto ascenderá el monto, “todo dependerá de la capacidad de proyectos ejecutivos de propuestas que presenten los ayuntamientos”. Puntualizó el funcionario.
Con la CDI se busca el desarrollo de los pueblos indígenas, por lo que también en materia de cultura se pretende impulsar la economía de la región, “es otra opción para combatir la pobreza”. (18/agosto/08)
Poza Rica, Ver.- La pobreza extrema en la sierra del Totonacapan, tiene cara de indígenas, de rostros morenos, de pies descalzados, sombreros viejos, vestidos descoloridos y pantalones remendados. Pobreza extrema es sinónimo de comunidades indígenas y marginadas.
Seis municipios totonacos, están inmersos en la marginalidad, Mecatlán, Filomeno Mata, Coahuitlán, Chumatlán, Coxquihui y Zozocolco, lo que suma a un total de 58 mil 139 habitantes, en donde apenas el 10 por ciento de los pobladores ha mejorado sus condiciones de vida, mientras que el resto vive a expensas de lo que puedan lograr para comer, otros han abandonado su lugar de origen, por las condiciones tan precarias por las que padecen, de acuerdo a los datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI).
Luís Luna Vicente, Director la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), con sede en Morgadal Papantla, informó que seis son los pueblos que viven en la marginalidad y que requieren de proyectos y planes estratégicos para erradicar la pobreza y que de esa manera cuenten con los servicios básicos, aunque lo urgente es la infraestructura de las viviendas.
La falta de agua potable, drenaje y alcantarillado, son tan sólo algunos de los servicios que carecen, sobre todo el pueblo de Filomeno Mata, establecido en lo más alto de la sierra totonaca que junto con Mecatlán están considerados como de los 15 más pobres del país, lugares a los que ha acudido el presidente de México, Felipe Calderón Hinojosa en donde se ha asomado a la pobreza tan sólo por algunos minutos.
El Índice de Desarrollo Humano, estudio que dio a conocer la Organización de las Naciones Unidas (ONU), explica que son 100 municipios dentro de los cuales son 5 mil 500 comunidades catalogadas en pobreza extrema.
En el Totonacapan son seis pueblos que carecen de viviendas dignas, tan sólo llegar a la sierra, la escena muestra casas de madera, palma, cartón, en algunas con techos cubiertos de nylon, pisos de tierra de la misma ladera, y aunque algunas ya cuentan con el servicio de energía eléctrica, otras no.
Sólo las cabeceras municipales han logrado superar carencias, aunque el porcentaje sea mínimo, pues algunos hogares son de concreto pero muy reducidos, y algunos ya lucen deterioro.
La mañana es fría y hay viento, quizá la polvareda entre a los ojos pequeñitos de los niños que corren descalzos y con pantalones agujerados y al que mejor le fue tiene las prendas parchadas que señalan una vez más la precariedad.
Ahí la gente no piensa en el desayuno, sólo en el almuerzo, no hay merienda, sólo la cena, siempre y cuando haya con que adquirirla, contó don Panchito, mientras caminaba en las veredas que serpentean entre la espesura de la vegetación, que lo dirigían al pueblo de Filomeno Mata para vender el rollo de leña que llevaba a cuestas mostrando desinterés por la llegada de las figuras políticas. “Tengo que vender mi leña para tener dinerito, muchos de la ciudad saben que hay pobreza, pero no saben como la sufrimos” contaba mientras secaba el sudor que recorría el rostro moreno, fijando la mirada hacia su destino.
Por lo pronto el Director la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas, Luís Luna Vicente, informó que para el rescate de estos municipios se requiere la participación conjunta de los alcaldes en la planeación para la inversión 2009.
En la región totonaca se tiene planeado presentar propuestas de proyectos productivos, culturales y de infraestructura básica, como redes de distribución de agua potable, drenaje, electrificación, caminos y puentes, que para don Panchito, sigue siendo algo esperanzador.
Los seis municipios mencionados tendrán prioridad para la inversión del ejercicio fiscal 2009, y aunque aún no se tiene idea a cuanto ascenderá el monto, “todo dependerá de la capacidad de proyectos ejecutivos de propuestas que presenten los ayuntamientos”. Puntualizó el funcionario.
Con la CDI se busca el desarrollo de los pueblos indígenas, por lo que también en materia de cultura se pretende impulsar la economía de la región, “es otra opción para combatir la pobreza”. (18/agosto/08)
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