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miércoles, 27 de agosto de 2008

Habitantes del Cerro del Mesón y las vacas beben de la misma agua



Por Francisco De Luna

Poza Rica, Ver.- Las vacas y la gente beben de la misma agua en el ejido Cerro del Mesón. Los habitantes se abastecen de la presa que luce un tono verde en donde el líquido es sucio. En la orilla de la poza hay lodo y pisadas de ganado y de quienes acarrean el agua.

Don Demetrio Maldonado Rosas, contó que desde hace siete meses padecen del desabasto del líquido, mientras miraba a los niños que jugueteaban entre el lodo y se entretenían atrapando camarones de agua dulce (burritos) en lo que esperaban llenar un recipiente de 40 litros.

La diferencia es notoria, entre la última colonia Prensa Nacional y Cerro del Mesón. Terminan las calles pavimentadas y empieza la terraceria que anuncia la bienvenida a la comunidad conformada por 40 familias, que desde hace 32 años llegaron para crear el único ejido de Poza Rica.

La carencia de agua, también es notoria, los pozos ya no tienen nada, sólo hay humedad y escurren chorritos de agua. Hacen guardia para esperar que se acumule el líquido, lo que les lleva por lo menos una hora en llenar una cubeta, pero hay días en que tienen que hacer tiempo hasta tres horas.

El niño Roberto Ramírez Pérez y su hermana Ana Laura jugaban en la presa con su pequeña prima Alma Delia, también esperaban obtener agua, pero contaron que hay ocasiones en que los pozos de plano se secan y entonces optan por otro plan: comprar el agua a don “Chico” que vive en la parte más alta del lomerío, quien la comercializa en 20 pesos por el llenado de dos cubetas.

Demetrio Maldonado, recalcó “el que se duerme se queda sin agua”. Para las familias se ha convertido en una verdadera preocupación. Los tres tanques con los que cuentan están vacíos, los llenan con la única pipa que visita el retirado lugar. La última vez que llenaron los tinacos fue hace una semana pero no logra abastecer a las 40 familias.
La mayoría de las casas son de madera, techos de lámina de zinc y cartón, y alguna que otra de concreto, algunas tiendas poco abarrotadas en donde se reúnen los campesinos después de trabajar y arar el campo. Ahí se refrescan la garganta con una caguama bien fría, “a falta de agua, una buena chela” decían al momento de empinarse la botella mientras se resguardan del sol abrasador del medio día, esperanzados a la lluvia para lograr mejor producto en sus cosechas.

La falta de agua y lluvia afecta de manera caótica a las cosechas, la tierra árida en algunas partes del ejido muestran por la situación en la que están inmersos. La producción de la milpa es la más afectada, pues el elote no alcanza la proporción adecuada, dijo don Agustín Quintero, al tiempo que señalaba su terreno que se distinguía por la mancha de tierra ante la falta de vegetación.

A siete meses sin el líquido, la situación para ellos empeora; la red de tuberías instaladas desde la administración del expresidente Jorge Elías Rodríguez, siguen sin funcionar, “las autoridades municipales se han olvidado de nosotros, por que no estamos en la ciudad” manifestaron. (27/agosto/08)

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